Clínica del Pie Arganzuela

Podología geriátrica para una vida activa y sin molestias

Cuidar a nuestros mayores es cuidar su legado

En Clínica del Pie Arganzuela nos gusta tratar de mejorar la calidad de vida de nuestros mayores. El pie en edad avanzada se caracteriza por presentar cambios en su estructura y función debido al envejecimiento natural del cuerpo.

Los pies de las personas mayores pueden experimentar diferentes cambios como una piel más fina y seca, falta de elasticidad en los tejidos, disminución de la circulación sanguínea o cambios notables en la forma de los pies. Todo esto puede causar problemas como molestias, dolor, callosidades o úlceras.

Es importante que los ancianos cuiden de sus pies, manteniéndolos limpios y secos, usando zapatos cómodos y bien ajustados y sobre todo recibiendo la atención podológica adecuada en caso de manifestar algún problema.

Nosotros, como profesionales de la salud ayudamos también a prevenir y tratar el pie geriátrico con medidas como la quiropodia, siliconas a medida, plantillas a medida o la curas de úlceras.

Pie diabético

Es importante prestar especial cuidado al pie diabético, siendo éste considerado un cuadro patológico habitual en pacientes con diabetes y más relevante aún en pacientes de edad avanzada. El pie diabético se caracteriza fundamentalmente por:

  • Alteraciones de la circulación sanguínea causadas por el estrechamiento de las arterias y venas. Todo ello conlleva una disminución de oxígeno y nutrientes hacia nuestros pies dificultando la cicatrización de pequeñas heridas.
  • Disminución de la sensibilidad en los pies debido a la alteración de las terminaciones nerviosas. Esto puede ocasionar quemaduras o congelaciones ya que los pacientes no pueden sentir la temperatura en la piel. También se podrían ocasionar heridas al no notar un objeto extraño en el calzado debido a la pérdida de  sensibilidad a la presión.
  • Alteraciones tróficas de la piel causadas por los problemas de sensibilidad y circulación ya que la piel tiende a secarse y debilitarse, provocando así descamación y grietas que, por las causas aquí descritas, suelen ser difíciles de curar.

Por ello es fundamental realizar un plan de prevención de dichas dolencias así como un seguimiento periódico de la evolución del pie en personas con diabetes.